Qué es Pancreatina: Para qué se usa, como tomarlo y precauciones


La pancreatina es un medicamento que se utiliza para el tratamiento de trastornos digestivos. Se trata de un extracto enzimático obtenido del páncreas de animales, como cerdos o vacas, que contiene enzimas digestivas como la amilasa, la lipasa y la tripsina. Estas enzimas son fundamentales para la digestión de los alimentos, ya que ayudan a descomponer los carbohidratos, las grasas y las proteínas en moléculas más pequeñas que pueden ser absorbidas por el organismo.

Para qué se usa la pancreatina

La pancreatina se utiliza principalmente en el tratamiento de trastornos digestivos, como la insuficiencia pancreática exocrina. Esta condición se caracteriza por una disminución en la producción de enzimas digestivas por parte del páncreas, lo que dificulta la digestión adecuada de los alimentos. La pancreatina ayuda a suplir esta deficiencia enzimática y facilita la digestión, mejorando los síntomas asociados como la diarrea, la distensión abdominal y la malabsorción de nutrientes.

Otro uso común de la pancreatina es en el tratamiento de la fibrosis quística, una enfermedad genética que afecta principalmente a los pulmones y al sistema digestivo. En este caso, la pancreatina se utiliza para mejorar la digestión de los alimentos y prevenir la malnutrición en los pacientes afectados.

Además de estos usos principales, la pancreatina también puede ser utilizada en otras condiciones que afecten la digestión, como la enfermedad inflamatoria intestinal, la enfermedad celíaca y la pancreatitis crónica.

Cómo tomar la pancreatina

La pancreatina se presenta en forma de tabletas o cápsulas que deben ser ingeridas por vía oral. La dosis y la frecuencia de administración pueden variar dependiendo de la condición del paciente y las indicaciones del médico. Es importante seguir las instrucciones del médico o las indicaciones del prospecto del medicamento para asegurar una correcta administración.

Generalmente, se recomienda tomar la pancreatina durante las comidas o inmediatamente después, para asegurar una correcta mezcla con los alimentos y facilitar la digestión. Las tabletas o cápsulas deben ser tragadas enteras, sin masticar ni triturar, para evitar la liberación prematura de las enzimas digestivas.

En algunos casos, el médico puede ajustar la dosis de pancreatina en función de la respuesta del paciente y los resultados de las pruebas de función pancreática. Es importante no modificar la dosis sin consultar previamente con el médico.

Precauciones al tomar la pancreatina

Antes de comenzar a tomar pancreatina, es importante informar al médico sobre cualquier otra enfermedad o condición médica que se tenga, así como los medicamentos o suplementos que se estén tomando. Algunas condiciones o medicamentos pueden interactuar con la pancreatina y afectar su eficacia o seguridad.

Es posible que se produzcan efectos secundarios al tomar pancreatina, como náuseas, vómitos, diarrea o malestar estomacal. Estos efectos suelen ser leves y transitorios, pero si persisten o empeoran, es importante consultar al médico.

En algunos casos, la pancreatina puede causar reacciones alérgicas, como erupciones cutáneas, picor, hinchazón o dificultad para respirar. Si se experimenta alguno de estos síntomas, se debe buscar atención médica de inmediato.

Además, es importante tener en cuenta que la pancreatina puede interferir con la absorción de ciertos medicamentos, como los anticoagulantes o los anticonceptivos orales. Por lo tanto, es recomendable informar al médico o farmacéutico sobre la toma de pancreatina si se está utilizando algún otro medicamento.

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