Qué es Metronidazole: Para qué se usa, como tomarlo y precauciones


El Metronidazol, conocido también como Flagyl, es un medicamento de uso común en el ámbito médico. Se trata de un antibiótico que pertenece a la familia de los nitroimidazoles. Su acción se basa en la capacidad de inhibir la síntesis de ADN de los microorganismos, lo que resulta en su muerte o en la inhibición de su crecimiento. El Metronidazol es efectivo contra una amplia gama de bacterias anaerobias y protozoos, lo que lo convierte en una opción terapéutica muy versátil.

Para qué se usa el Metronidazol

El Metronidazol se utiliza para tratar diversas infecciones causadas por bacterias anaerobias y protozoos. Algunas de las afecciones más comunes en las que se prescribe este medicamento son:

  • Infecciones del tracto gastrointestinal, como la colitis pseudomembranosa o la infección por Helicobacter pylori.
  • Infecciones del tracto genital, como la vaginosis bacteriana o la tricomoniasis.
  • Infecciones del tracto respiratorio, como la neumonía anaerobia.
  • Infecciones de la piel y tejidos blandos, como el absceso cutáneo o la celulitis.
  • Infecciones del sistema nervioso central, como la meningitis o el absceso cerebral.

Es importante destacar que el Metronidazol no es efectivo contra infecciones causadas por bacterias aerobias, como la sinusitis o la faringitis estreptocócica. En estos casos, se requerirá el uso de otros antibióticos más adecuados.

Cómo tomar Metronidazol

La dosis y duración del tratamiento con Metronidazol dependerán de la afección a tratar y de la gravedad de la misma. Es fundamental seguir las indicaciones del médico y no interrumpir el tratamiento antes de tiempo, incluso si los síntomas desaparecen.

El Metronidazol se puede administrar por vía oral o por vía intravenosa, dependiendo del caso. En general, se recomienda tomarlo con el estómago vacío, al menos una hora antes o dos horas después de las comidas. Esto facilita su absorción y aumenta su eficacia.

Es importante no consumir alcohol mientras se está tomando Metronidazol, ya que puede provocar una reacción desagradable conocida como efecto antabús. Esto se manifiesta con síntomas como enrojecimiento de la piel, náuseas, vómitos, dolor de cabeza y taquicardia. Además, el Metronidazol puede interactuar con otros medicamentos, por lo que es necesario informar al médico sobre cualquier otro fármaco que se esté tomando.

Precauciones al tomar Metronidazol

Antes de iniciar el tratamiento con Metronidazol, es importante informar al médico sobre cualquier enfermedad o condición médica preexistente, así como sobre cualquier alergia a medicamentos o sustancias. Esto permitirá al médico evaluar si el Metronidazol es seguro y adecuado para el paciente.

Algunas precauciones importantes a tener en cuenta al tomar Metronidazol son:

  • No se recomienda su uso durante el embarazo, especialmente durante el primer trimestre. En caso de ser necesario, el médico evaluará los beneficios y riesgos antes de prescribirlo.
  • En pacientes con enfermedad hepática o renal, se puede requerir un ajuste de la dosis. Es importante seguir las indicaciones del médico en estos casos.
  • El Metronidazol puede causar efectos secundarios como náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, mareos y cambios en el gusto. Estos síntomas suelen ser leves y desaparecen al finalizar el tratamiento.
  • En casos raros, el Metronidazol puede causar reacciones alérgicas graves. Si se experimenta dificultad para respirar, hinchazón de la cara o la garganta, o sarpullido, es importante buscar atención médica de inmediato.

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