Qué es Lisinopril: Para qué se usa, como tomarlo y precauciones


Lisinopril es un medicamento perteneciente al grupo de los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA). Se utiliza para tratar la hipertensión arterial, también conocida como presión arterial alta. Este medicamento actúa dilatando los vasos sanguíneos, lo que ayuda a disminuir la presión arterial y facilita el trabajo del corazón.

Para qué se usa Lisinopril

Lisinopril se utiliza principalmente para tratar la hipertensión arterial. La presión arterial alta puede ser un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares, como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Al reducir la presión arterial, Lisinopril ayuda a prevenir estas complicaciones y a mejorar la salud cardiovascular.

Además de tratar la hipertensión arterial, Lisinopril también se utiliza en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca congestiva. Esta condición se produce cuando el corazón no puede bombear suficiente sangre al resto del cuerpo, lo que provoca síntomas como dificultad para respirar, fatiga y retención de líquidos. Lisinopril ayuda a mejorar la función cardíaca y alivia los síntomas de la insuficiencia cardíaca congestiva.

Cómo tomar Lisinopril

La dosis de Lisinopril y la forma de tomarlo dependerán de la condición que se esté tratando y de las indicaciones específicas de su médico. Es importante seguir las instrucciones de su médico y no cambiar la dosis sin consultar primero.

Lisinopril generalmente se toma una vez al día, preferiblemente a la misma hora todos los días. Puede tomarse con o sin alimentos, pero es importante mantener una rutina constante para asegurarse de tomarlo regularmente.

Es posible que su médico ajuste la dosis de Lisinopril según su respuesta al tratamiento. Si olvida una dosis, tómela tan pronto como lo recuerde, a menos que sea casi la hora de la siguiente dosis. En ese caso, omita la dosis olvidada y continúe con su horario regular. No tome una dosis doble para compensar la dosis olvidada.

Precauciones al tomar Lisinopril

Antes de comenzar a tomar Lisinopril, informe a su médico si tiene alguna alergia a este medicamento o a otros medicamentos similares, como enalapril o captopril. También es importante informar a su médico sobre cualquier otra alergia que pueda tener.

Es posible que Lisinopril no sea adecuado para todas las personas. Informe a su médico si tiene alguna condición médica, como enfermedad renal, enfermedad hepática, diabetes, lupus u otras enfermedades autoinmunes. Estas condiciones pueden afectar la forma en que su cuerpo procesa Lisinopril y pueden requerir ajustes en la dosis o una monitorización más estrecha durante el tratamiento.

Al tomar Lisinopril, es importante evitar el consumo de alcohol, ya que puede aumentar el riesgo de efectos secundarios, como mareos o desmayos. También se recomienda evitar el uso de suplementos de potasio o sustitutos de la sal que contengan potasio, a menos que su médico lo indique específicamente.

Algunos efectos secundarios comunes de Lisinopril incluyen mareos, dolor de cabeza, tos seca y cansancio. Si experimenta alguno de estos síntomas o cualquier otro efecto secundario, informe a su médico de inmediato.

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