Qué es Cefepima: Para qué se usa, como tomarlo y precauciones


La cefepima es un medicamento perteneciente al grupo de los antibióticos, específicamente de la familia de las cefalosporinas de cuarta generación. Este fármaco se utiliza para tratar infecciones causadas por bacterias resistentes a otros antibióticos más comunes. Su mecanismo de acción consiste en inhibir la síntesis de la pared celular bacteriana, lo que provoca la muerte de las bacterias.

Para qué se usa la cefepima

La cefepima se utiliza para tratar diversas infecciones causadas por bacterias sensibles a este antibiótico. Algunas de las enfermedades en las que se puede emplear la cefepima incluyen:

  • Infecciones del tracto respiratorio, como neumonía y bronquitis.
  • Infecciones del tracto urinario, como cistitis y pielonefritis.
  • Infecciones intraabdominales, como peritonitis y abscesos.
  • Infecciones de la piel y tejidos blandos, como celulitis y heridas infectadas.
  • Infecciones del sistema nervioso central, como meningitis.

Es importante destacar que la cefepima solo debe utilizarse para tratar infecciones bacterianas y no está indicada para tratar infecciones virales, como resfriados o gripes.

Cómo tomar la cefepima

La cefepima se administra por vía intravenosa, es decir, a través de una inyección en una vena. La dosis y la duración del tratamiento dependerán del tipo y gravedad de la infección, así como de la respuesta individual de cada paciente. Es fundamental seguir las indicaciones del médico y no interrumpir el tratamiento antes de tiempo, aunque los síntomas de la infección desaparezcan.

Es importante mencionar que la cefepima debe ser administrada por personal médico capacitado, ya que requiere de una correcta dilución y control de la dosis. Además, es necesario realizar pruebas de sensibilidad bacteriana para determinar si el microorganismo causante de la infección es susceptible a la cefepima.

Precauciones al tomar la cefepima

Antes de iniciar el tratamiento con cefepima, es fundamental informar al médico acerca de cualquier alergia a antibióticos, especialmente a las cefalosporinas o penicilinas. También es importante mencionar si se padece alguna enfermedad renal o hepática, ya que esto puede influir en la dosis y frecuencia de administración del medicamento.

Es fundamental seguir las indicaciones del médico en cuanto a la dosis y duración del tratamiento. No se deben realizar modificaciones por cuenta propia ni interrumpir el tratamiento antes de tiempo, ya que esto puede favorecer el desarrollo de resistencia bacteriana.

Al igual que con otros antibióticos, es posible que la cefepima cause efectos secundarios. Algunos de los efectos adversos más comunes incluyen náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, erupciones cutáneas y picor. En caso de experimentar alguno de estos síntomas, es importante informar al médico para evaluar la necesidad de ajustar la dosis o cambiar el tratamiento.

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